Tener una cuenta con un banco es, básicamente, contratar un servicio. El servicio que te ofrece el banco es 1) guardar tu plata de forma electrónica (para no tener un fajo de billetes en la billetera…. te lo podrían robar o podrías gastarlo en puras tonteras sin darte cuenta), 2) Mantener tu plata segura y 3) es como la llave de entrada para acceder a muchos otros servicios que ofrece un banco. Estos servicios son que puedes pedirles plata prestada (a cambio de un interés), o que puedes prestarle plata a ellos (también, a cambio de un interés). Las deudas a través de tarjetas de crédito, línea de crédito o crédito de consumo son, entonces, un servicio extra que consiste en pedirle plata prestada al banco.
Hay dos tipos de cuenta a tener en consideración. La cuenta vista te permite solamente acceder a los servicios 1 y 2, mientras que la cuenta corriente te permite acceder a todos estos servicios. Las cuentas corrientes, por definición, están asociadas a algún tipo de crédito. Es decir, puedes gastar más plata de la que tienes, siempre y cuando no te pases de algún monto pactado previamente con el banco (por ejemplo, el tope de tu tarjeta de crédito o de tu línea de crédito).
El negocio de los bancos no es guardarte la plata, sino prestarte plata. Entonces, el banco prefiere mil veces que tú tengas una cuenta corriente a una cuenta vista, ya que probablemente terminarás usando algún tipo de deuda. SIEMPRE y CUANDO el banco te vea como una persona con probabilidades de pagar sus deudas. Por eso, la mayoría de los bancos sólo le da cuentas corrientes a personas que tienen de ciertos ingresos para arriba.
En las cuentas corrientes hay dos alternativas de endeudarse, que son absolutamente independientes entre sí. En ninguna de ellas necesitas papeleo o tramitación.
- Tarjeta de Crédito
- Línea de crédito
Diferencias entre la línea de crédito y la tarjeta de crédito:
- La línea de crédito solamente puedes usarla cuando te quedaste con $0 pesos en tu cuenta corriente. Por eso se suele decir que la Línea de Crédito es un recurso de emergencia. La tarjeta de crédito en cambio la puedes usar cuando quieras. De hecho, tiene físicamente otra tarjeta asociada (la tarjeta de crédito). Es una herramienta menos de “emergencia” y más para hacer gastos cuando no quieres pasar a llevar la plata de tu cuenta corriente
- La línea de crédito genera intereses todos los días, y la tarjeta de crédito genera intereses solamente a fin de mes. Esto significa que, en la práctica, es mucho menos conveniente endeudarse con línea de crédito que con tarjeta de crédito.
Acá va un ejemplo numérico: Supongamos el el día 20 del mes te quedas sin plata en tu cuenta corriente y debes hacer un pago de $500.000.
Si los pagas con tu línea de crédito, al día siguiente deberás $500.000 más los intereses (que en mi banco son aproximadamente de 0,9% diario): $500.451. Supongamos que no pagas esto hasta el 1º del mes siguiente. Así que al día siguiente deberás los $500.451 más los intereses, y así sucesivamente. El primer día del mes siguiente deberás $504.983.
Si pagas con tu tarjeta de crédito y pagas antes de fin de mes, deberás sólo los $500.000 que pediste. La tarjeta de crédito tiene una fecha de facturación y sólo cuando alcanzas esa fecha te empiezan a cobrar intereses (ojo aquí, que la fecha de facturación no necesariamente es el 31- puse esa fecha acá para hacer el ejemplo más fácil- en tu portal del banco puedes averiguar cuándo es la tuya).
Estas diferencias no se ven tan brígidas, pero claramente es siempre más conveniente pagar con tarjeta de crédito. Además, si se te olvida pagar la línea de crédito, vas a ir acumulando intereses que podrías perfectamente evitar. Al respecto, muchos bancos ahora te permiten activar una opción automática, en la que la línea de crédito se paga apenas te entra plata. Se activa desde la misma página Web.
Las tasas de interés de ambos instrumentos igual son dignas de considerar, en mi banco, la de mi tarjeta de crédito es 2,15% mensual y la de mi línea de crédito es 2,78%. Esta diferencia no es menor. Si lo llevamos a términos anuales, la tarjeta de crédito cobraría 29% de intereses y la línea de crédito cobra 39%… 10% más!
Agregaría como última diferencia que hay cosas que se pueden pagar con la tarjeta de crédito y no con la cuenta corriente (así que no existe la posibilidad de que las pagues con la Línea de Crédito). Esto aplica a compras en el extranjero o en algunas tiendas que sólo aceptan tarjetas de crédito.
Los invito a continuar con esta columna aquí, donde revisamos varias preguntas frecuentes!